jueves, 19 de marzo de 2015

CAPITULO IV Y V




AUTOPSIAS Y CONOCIMIENTO ANATÓMICO

Es  un hecho bien conocido que el conocimiento anatomo-fisiológico de los primitivos es muy insuficiente. Los primitivos sitúan el principio vital (“alma”, “inteligencia”, etc.) en lugares tan distintos y en general tan irrelevantes como el estómago, la grasa del riñón, la laringe, la pelvis e incluso en el dedo gordo. Hasta cuando más correctamente la cabeza es elegida como sede del “alma”, generalmente se hace por razones “irreales”, “acientíficas”, “místicas”.
Nosotros obtenemos nuestro conocimiento anatómico de las disecciones. Los primitivos generalmente temen mucho las disecciones y no las realizan. Se abstienen de las disecciones por las mismas razonas místicas (temor a tener que vivir  mutilados en el mundo de los muertos, miedo a la impureza ritual, etc.) que les impide también desarrollar cualquier cirugía pese a su gran destreza manual.
Uno de los primeros informes de autopsias hechas por primitivos se encuentra en la obra clásica de G. Turner sobre Samoa:
Si la persona ha muerto de una dolencia de la que han muerto otros miembros de la familia, probablemente abrirán el cuerpo para “buscar la enfermedad”. Cualquier sustancia inflamada que puedan encontrar la cogerán y quemaran, pensando que esto impedirá que cualquier otro miembro de la familia quede afectado por la misma enfermedad.
En un ambiente muy distinto, tanto natural como cultural, entre los chackchis del nordeste de Siberia, parte del ceremonial del duelo es abrir el cuerpo del difunto y concluir, a partir del estado de los órganos, si ha muerto por brujería o por ataque de malos espíritus (kelets). Estos kelets parecen tener especial interés en atacar el hígado.
Sin duda el área más extensa de autopsias primitivas se encuentra en el África ecuatorial occidental. Likundu es una palabra lingala muy extendida que significa la fuerza mágica que se busca en dichas autopsias. Se hace la autopsia de personas de las que se sospecha que han sido hechizados por sí mismos o bien que han sido muertos por hechicería. Se cree que ambos hechos se harán visibles por alteraciones en los órganos, representando los órganos alterados o bien la fuerza mágica del hechicero nato, o la destrucción causada por su magia en la victima. Buscan hiperemia o anemia de los órganos, tumores, piedras, especialmente en la vesícula biliar, ulceras, características de la vesícula, estómagos o bazos agrandados, etc. Órganos perfectamente normales como el útero y los ovarios pueden ser considerados como “tumores de brujería” patológicos.
Podría suponerse que estas autopsias realizadas durante los siglos habrán tenido consecuencias positivas sobre el conocimiento anatómico o patológico de las tribus de estas tribus. Sólo en el contexto de un modelo cultural orientado hacia un tipo de “ciencia” las disecciones proporcionan conocimiento anatómico. En otros modelos culturales, por ejemplo con una orientación mágica, las disecciones pueden tener otro sentido pero no la obtención de conocimiento anatómico.
La importancia fundamental del renacimiento de la anatomía en el siglo XVI para la gran aventura de la medicina moderna, que todavía sigue, ha sido con todo derecho subrayada y difícilmente puede subestimarse. Para entender completamente el desarrollo de la anatomía moderna nuestro interés debería concentrarse más bien en las implicaciones y orientaciones básicas culturales y espirituales más que en problemas técnicos secundarios.

LA CIRUGÍA Y SUS PARADOJAS

Hablar de “cirugía primitiva” es una de esas arbitrariedades hasta cierto punto inevitables si tratamos de analizar fenómenos primitivos para entender mejor nuestros propios procesos culturales y que son justificables en la medida que somos conscientes de su carácter arbitrario. En la sociedad moderna, la “cirugía” ha vuelto a formar parte de la medicina, pero como una de sus “especialidades”.
No hay ningún informe acerca de ninguna tribu que de una manera u otra, no trate las heridas. Nos llevaría demasiado lejos detallar los cientos de tipos de tratamientos distintos de los que hay informes, cuyos principios son muy similares. Hierbas o raíces, a menudo con cualidades astringentes o desinfectantes, se aplican a las heridas en forma de polvos, infusiones o emplastos. En estos casos menos frecuentes se usan materiales de animales, como insectos pulverizados o estiércol de vaca. El calor se usa bastante para acelerar el proceso curativo. El tratamiento de las heridas por los primitivos, en general, se considera “bueno”.
Es mas fácil apreciar ciertos procedimientos quirúrgicos de carácter técnico aislados en el tratamiento de las heridas. Por ejemplo, la sutura de heridas está muy lograda. El drenaje de las heridas es conocido entre los indios de Norteamérica.
La interrupción de la hemorragia es un problema difícil para los primitivos. Los primitivos usan con más o menos fortuna materiales como goma pulverizada, carbón, cenizas, plumón de águila y vendajes de corteza o fibra de coco. Uno de los mejores métodos estípicos es la cauterización, practicada en África, América u Oceanía. La única tribu que se sabe que sutura vasos (con tendones) es la de los masai. Son atípicos, puesto que su cirugía es incomparablemente superior, no solo a la de todas las tribus primitivas estudiadas, sino también a la de muchos pueblos civilizados hasta el Renacimiento.
El documento más antiguo en la lengua alemana, el llamado “Meseburger Zaubersprüche” son conjuros para las heridas. La Odisea, menciona un ensalmo contra la hemorragia.

Fracturas y Dislocaciones

Al igual que en el caso de las heridas, existe numerosa información sobre tratamientos adecuados de las fracturas, p. ej., entre los creek, winnebago, los brundi, bavendas, habitantes de la isla del Duque de York y maoríes. Los cheroquis y los Dakota tienen fama de realizar malos tratamientos de las fracturas, sin mas comentarios. Por otra parte, cuando el tratamiento de la fractura se hace con una tracción sistematica (manos de Liberia) o absoluta inmovilización, fijando el miembro al suelo con estacas (akamba), tiene mayores probabilidads de éxito.
El tratamiento de las fracturas en los pueblos primitivos parece mas activo que entre nosotros. Comienzan a dar masajes relativamente pronto. El masaje como procedimiento terapéutico parece ser casi universal.
Al igual que cualquier otro tratamiento, el de las fracturas incluso cuando es objetivamente eficaz, esta penetrad de elementos mágicos. Las plantas utilizadas frecuentemente como medicamentos internos o en cataplasmas tienen implicaciones de poder mágico. Los tarahumara aplican peyote y atan cabezas de lagartija alrededor de la fractura. Los havasupai utilizan tablillas y canciones.

La sangría

Sangrar es un rasgo casi universal en la medicina primitiva. Como automáticamente identificamos sangría con veniseccion, que en realidad no es demasiado frecuente entre los primitivos, tendemos a tener una idea un tanto exaltada de la excelencia técnica de la sangría primitiva.
De hecho existen cuatro técnicas para la sangría entre las culturas primitivas: la escarificación, la aplicación de ventosas, la veniseccion y las sanguijuelas. La escarificación es sin duda la técnica más difundida. Los informes sobre escarificación proceden principalmente de Oceanía y América.

La incisión

Las operaciones por incisión no están tan extendidas como las practicas antes mencionadas, aunque son bastante frecuentes. La práctica más frecuente es para abrir diviesos y abscesos con gran variedad de instrumentos. Los masai operan incluso los abscesos de hígado y bazo.

La amputación y la extirpación

Con estas operaciones entramos en el terreno de lo muy raro. La amputación es más frecuente donde la naturaleza ha preparado el procedimiento al congelar los miembros. Los masai enuclean los ojos y amputan con gran habilidad las extremidades que tienen fractura complicada y sin curación posible. Utilizan prótesis. Son aparentemente los únicos primitivos que igualan en este campo los logros de los antiguos peruanos que según Roy Moodie eran mucho mejores cirujanos que “ninguna otra raza antigua o primitiva”.
Un notable logro quirúrgico del que hablan seis autores distintos es la extirpación de las glándulas del cuello por médicos africanos nativos en el caso de la enfermedad del sueño. En Rodesia se cauterizaron los tumores del cuello. Los galla y los akamba extirpan la uvula. Los tombu y los fingu operan los pólipos vagunales.

La cesárea

La cesárea es técnicamente más difícil que las operaciones antes mencionadas. Quizás sea muy antigua pero los primeros informes auténticos empiezan aparecer en el siglo XVI y solo sea convertido en un procedimiento rutinario en los últimos 60 años.

La trepanación

La práctica de la trepanación ha sido directamente observada entre las siguientes tribus y naciones: en los Balkanes, en Daghestán, y entre los bereberes; en Abisinia, Uganda y Nigeria. El centro de las trepanaciones en las Américas fue sin duda los altiplanos peruanos.
La trepanación prehistórica fue interpretada por Broca y muchos autores subsiguientes como mágica. Wölfel, por otra parte, consideró la trepanación como una medida puramente quirúrgica en los casos de fractura de cráneo, causada principalmente por dos tipos de armas, la honda y el mazo.
En Nueva Bretaña se realiza obviamente la operación en el caso de fracturas de cráneo por combate. En Nueva Irlanda, la trepanación se lleva a cabo en los casos de fractura de cráneo, así como contra los “dolores de cabeza” y la “epilepsia” y en niños como medida profiláctica en la salud enfermiza en general. El modo de algunas trepanaciones sugiere una medición “medica”, un hecho que es admitido incluso por Wölfel. En ocasiones la razón para la trepanación parece haber sido los tumores infiltrados gomatosos.

Las mutilaciones rituales y judiciales

Con la trepanación hemos alcanzado los límites de la cirugía propia de las sociedades primitivas, pero no los límites de las actividades que, objetivamente, están al mismo nivel que las amputaciones y las incisiones. En numerosos lugares vemos a los mismos primitivos que raramente utilizan el cuchillo en casos de enfermedad o traumatismo, caer en un auténtico frenesí de cortar y separar cuando hay implicados motivos rituales o juridicarios.

El personal quirúrgico

Solamente entre los masai se habla de una clase definida de cirujanos. En África Occidental la cirugía no está en las manos de médicos brujos sino de herbolarios, quienes operan con la misteriosa asistencia de una gallina blanca.
Normalmente la cirugía la hace el hombre-medicina de carácter sobrenatural. En Kenia la medicina y la colocación de huesos están en manos del hombre-medicina y en Uganda en hombre-medicina primero corta las extremidades como un verdugo y luego trata la herida como cirujano.

Discusión y conclusiones

La cirugía primitiva es muy pobre en logros y en calidad. Sólo encontramos una cirugía relativamente bien desarrollada en las zonas más meridionales de África Oriental y en ciertas localidades polinesias.
Lógicamente hay cuatro posibilidades de por qué la cirugía primitiva no ha avanzado más: que no había necesidad de cirugía; que los primitivos carecían de habilidad técnica; que carecían de ciertos conocimientos; que otros elementos de su situación sociomental eran desfavorables al desarrollo de la cirugía entre ellos. Todas estas posibilidades juegan un cierto papel, pero su importancia relativa no es en absoluto la misma.
La cirugía indudablemente presupone una considerable habilidad manual. Pero hay muchos primitivos muestran tal habilidad y a pesar de ello, como los esquimales, son muy malos cirujanos.

El conocimiento anatómico de la mayoría de los primitivos es muy escaso. El conocimiento anatómico es valorable sólo cuando esta sistematizado.

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