AUTOPSIAS Y CONOCIMIENTO ANATÓMICO
Es un hecho bien conocido que el conocimiento
anatomo-fisiológico de los primitivos es muy insuficiente. Los primitivos sitúan
el principio vital (“alma”, “inteligencia”, etc.) en lugares tan distintos y en
general tan irrelevantes como el estómago, la grasa del riñón, la laringe, la
pelvis e incluso en el dedo gordo. Hasta cuando más correctamente la cabeza es
elegida como sede del “alma”, generalmente se hace por razones “irreales”, “acientíficas”,
“místicas”.
Nosotros obtenemos nuestro
conocimiento anatómico de las disecciones. Los primitivos generalmente temen
mucho las disecciones y no las realizan. Se abstienen de las disecciones por
las mismas razonas místicas (temor a tener que vivir mutilados en el mundo de los muertos, miedo a
la impureza ritual, etc.) que les impide también desarrollar cualquier cirugía pese
a su gran destreza manual.
Uno de los primeros informes
de autopsias hechas por primitivos se encuentra en la obra clásica de G. Turner
sobre Samoa:
Si la persona ha muerto de
una dolencia de la que han muerto otros miembros de la familia, probablemente abrirán
el cuerpo para “buscar la enfermedad”. Cualquier sustancia inflamada que puedan
encontrar la cogerán y quemaran, pensando que esto impedirá que cualquier otro
miembro de la familia quede afectado por la misma enfermedad.
En un ambiente muy distinto,
tanto natural como cultural, entre los chackchis del nordeste de Siberia, parte
del ceremonial del duelo es abrir el cuerpo del difunto y concluir, a partir
del estado de los órganos, si ha muerto por brujería o por ataque de malos espíritus
(kelets). Estos kelets parecen tener especial interés en atacar el hígado.
Sin duda el área más extensa
de autopsias primitivas se encuentra en el África ecuatorial occidental. Likundu
es una palabra lingala muy extendida que significa la fuerza mágica que se
busca en dichas autopsias. Se hace la autopsia de personas de las que se
sospecha que han sido hechizados por sí mismos o bien que han sido muertos por
hechicería. Se cree que ambos hechos se harán visibles por alteraciones en los órganos,
representando los órganos alterados o bien la fuerza mágica del hechicero nato,
o la destrucción causada por su magia en la victima. Buscan hiperemia o anemia
de los órganos, tumores, piedras, especialmente en la vesícula biliar, ulceras,
características de la vesícula, estómagos o bazos agrandados, etc. Órganos perfectamente
normales como el útero y los ovarios pueden ser considerados como “tumores de brujería”
patológicos.
Podría suponerse que estas
autopsias realizadas durante los siglos habrán tenido consecuencias positivas
sobre el conocimiento anatómico o patológico de las tribus de estas tribus. Sólo
en el contexto de un modelo cultural orientado hacia un tipo de “ciencia” las
disecciones proporcionan conocimiento anatómico. En otros modelos culturales,
por ejemplo con una orientación mágica, las disecciones pueden tener otro
sentido pero no la obtención de conocimiento anatómico.
La importancia fundamental del
renacimiento de la anatomía en el siglo XVI para la gran aventura de la
medicina moderna, que todavía sigue, ha sido con todo derecho subrayada y difícilmente
puede subestimarse. Para entender completamente el desarrollo de la anatomía moderna
nuestro interés debería concentrarse más bien en las implicaciones y
orientaciones básicas culturales y espirituales más que en problemas técnicos secundarios.
LA CIRUGÍA Y SUS PARADOJAS
Hablar de “cirugía primitiva”
es una de esas arbitrariedades hasta cierto punto inevitables si tratamos de
analizar fenómenos primitivos para entender mejor nuestros propios procesos
culturales y que son justificables en la medida que somos conscientes de su carácter
arbitrario. En la sociedad moderna, la “cirugía” ha vuelto a formar parte de la
medicina, pero como una de sus “especialidades”.
No hay ningún informe acerca
de ninguna tribu que de una manera u otra, no trate las heridas. Nos llevaría demasiado
lejos detallar los cientos de tipos de tratamientos distintos de los que hay
informes, cuyos principios son muy similares. Hierbas o raíces, a menudo con
cualidades astringentes o desinfectantes, se aplican a las heridas en forma de
polvos, infusiones o emplastos. En estos casos menos frecuentes se usan
materiales de animales, como insectos pulverizados o estiércol de vaca. El calor
se usa bastante para acelerar el proceso curativo. El tratamiento de las
heridas por los primitivos, en general, se considera “bueno”.
Es mas fácil apreciar
ciertos procedimientos quirúrgicos de carácter técnico aislados en el
tratamiento de las heridas. Por ejemplo, la sutura de heridas está muy lograda.
El drenaje de las heridas es conocido entre los indios de Norteamérica.
La interrupción de la hemorragia
es un problema difícil para los primitivos. Los primitivos usan con más o menos
fortuna materiales como goma pulverizada, carbón, cenizas, plumón de águila y
vendajes de corteza o fibra de coco. Uno de los mejores métodos estípicos es la
cauterización, practicada en África, América u Oceanía. La única tribu que se
sabe que sutura vasos (con tendones) es la de los masai. Son atípicos, puesto
que su cirugía es incomparablemente superior, no solo a la de todas las tribus
primitivas estudiadas, sino también a la de muchos pueblos civilizados hasta el
Renacimiento.
El documento más antiguo en
la lengua alemana, el llamado “Meseburger Zaubersprüche” son conjuros para las
heridas. La Odisea, menciona un ensalmo contra la hemorragia.
Fracturas y Dislocaciones
Al igual que en el caso de
las heridas, existe numerosa información sobre tratamientos adecuados de las
fracturas, p. ej., entre los creek, winnebago, los brundi, bavendas, habitantes
de la isla del Duque de York y maoríes. Los cheroquis y los Dakota tienen fama
de realizar malos tratamientos de las fracturas, sin mas comentarios. Por otra
parte, cuando el tratamiento de la fractura se hace con una tracción sistematica
(manos de Liberia) o absoluta inmovilización, fijando el miembro al suelo con
estacas (akamba), tiene mayores probabilidads de éxito.
El tratamiento de las
fracturas en los pueblos primitivos parece mas activo que entre nosotros. Comienzan
a dar masajes relativamente pronto. El masaje como procedimiento terapéutico parece
ser casi universal.
Al igual que cualquier otro
tratamiento, el de las fracturas incluso cuando es objetivamente eficaz, esta
penetrad de elementos mágicos. Las plantas utilizadas frecuentemente como
medicamentos internos o en cataplasmas tienen implicaciones de poder mágico. Los
tarahumara aplican peyote y atan cabezas de lagartija alrededor de la fractura.
Los havasupai utilizan tablillas y canciones.
La sangría
Sangrar es un rasgo casi
universal en la medicina primitiva. Como automáticamente identificamos sangría con
veniseccion, que en realidad no es demasiado frecuente entre los primitivos,
tendemos a tener una idea un tanto exaltada de la excelencia técnica de la sangría
primitiva.
De hecho existen cuatro técnicas
para la sangría entre las culturas primitivas: la escarificación, la aplicación
de ventosas, la veniseccion y las sanguijuelas. La escarificación es sin duda
la técnica más difundida. Los informes sobre escarificación proceden
principalmente de Oceanía y América.
La incisión
Las operaciones por incisión
no están tan extendidas como las practicas antes mencionadas, aunque son
bastante frecuentes. La práctica más frecuente es para abrir diviesos y
abscesos con gran variedad de instrumentos. Los masai operan incluso los
abscesos de hígado y bazo.
La amputación y la extirpación
Con estas operaciones
entramos en el terreno de lo muy raro. La amputación es más frecuente donde la
naturaleza ha preparado el procedimiento al congelar los miembros. Los masai
enuclean los ojos y amputan con gran habilidad las extremidades que tienen
fractura complicada y sin curación posible. Utilizan prótesis. Son aparentemente
los únicos primitivos que igualan en este campo los logros de los antiguos
peruanos que según Roy Moodie eran mucho mejores cirujanos que “ninguna otra
raza antigua o primitiva”.
Un notable logro quirúrgico del
que hablan seis autores distintos es la extirpación de las glándulas del cuello
por médicos africanos nativos en el caso de la enfermedad del sueño. En Rodesia
se cauterizaron los tumores del cuello. Los galla y los akamba extirpan la
uvula. Los tombu y los fingu operan los pólipos vagunales.
La cesárea
La cesárea es técnicamente más
difícil que las operaciones antes mencionadas. Quizás sea muy antigua pero los
primeros informes auténticos empiezan aparecer en el siglo XVI y solo sea convertido
en un procedimiento rutinario en los últimos 60 años.
La trepanación
La práctica de la trepanación
ha sido directamente observada entre las siguientes tribus y naciones: en los
Balkanes, en Daghestán, y entre los bereberes; en Abisinia, Uganda y Nigeria. El
centro de las trepanaciones en las Américas fue sin duda los altiplanos
peruanos.
La trepanación prehistórica fue
interpretada por Broca y muchos autores subsiguientes como mágica. Wölfel, por
otra parte, consideró la trepanación como una medida puramente quirúrgica en
los casos de fractura de cráneo, causada principalmente por dos tipos de armas,
la honda y el mazo.
En Nueva Bretaña se realiza
obviamente la operación en el caso de fracturas de cráneo por combate. En Nueva
Irlanda, la trepanación se lleva a cabo en los casos de fractura de cráneo, así
como contra los “dolores de cabeza” y la “epilepsia” y en niños como medida profiláctica
en la salud enfermiza en general. El modo de algunas trepanaciones sugiere una medición
“medica”, un hecho que es admitido incluso por Wölfel. En ocasiones la razón para
la trepanación parece haber sido los tumores infiltrados gomatosos.
Las mutilaciones rituales y judiciales
Con la trepanación hemos
alcanzado los límites de la cirugía propia de las sociedades primitivas, pero
no los límites de las actividades que, objetivamente, están al mismo nivel que
las amputaciones y las incisiones. En numerosos lugares vemos a los mismos
primitivos que raramente utilizan el cuchillo en casos de enfermedad o
traumatismo, caer en un auténtico frenesí de cortar y separar cuando hay
implicados motivos rituales o juridicarios.
El personal quirúrgico
Solamente entre los masai se
habla de una clase definida de cirujanos. En África Occidental la cirugía no está
en las manos de médicos brujos sino de herbolarios, quienes operan con la
misteriosa asistencia de una gallina blanca.
Normalmente la cirugía la
hace el hombre-medicina de carácter sobrenatural. En Kenia la medicina y la colocación
de huesos están en manos del hombre-medicina y en Uganda en hombre-medicina
primero corta las extremidades como un verdugo y luego trata la herida como
cirujano.
Discusión y conclusiones
La cirugía primitiva es muy
pobre en logros y en calidad. Sólo encontramos una cirugía relativamente bien
desarrollada en las zonas más meridionales de África Oriental y en ciertas
localidades polinesias.
Lógicamente hay cuatro
posibilidades de por qué la cirugía primitiva no ha avanzado más: que no había necesidad
de cirugía; que los primitivos carecían de habilidad técnica; que carecían de
ciertos conocimientos; que otros elementos de su situación sociomental eran
desfavorables al desarrollo de la cirugía entre ellos. Todas estas
posibilidades juegan un cierto papel, pero su importancia relativa no es en
absoluto la misma.
La cirugía indudablemente
presupone una considerable habilidad manual. Pero hay muchos primitivos
muestran tal habilidad y a pesar de ello, como los esquimales, son muy malos
cirujanos.
El conocimiento anatómico de
la mayoría de los primitivos es muy escaso. El conocimiento anatómico es
valorable sólo cuando esta sistematizado.
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