martes, 3 de marzo de 2015

CAPITULO I MEDICINA PRIMITIVA: ASPECTOS CARACTERÍSTICOS

Cuando alguien pretende hablar  durante una hora sobre un tema tan general como “Medicina primitiva”, es obvio que sólo puede acercarse a unos pocos aspectos seleccionados del tema en cuestión.
El primero de ellos es el de “medicina prehistórica”, que algunos han llamado también “medicina primitiva”. Uno de los aspectos más importantes de la medicina primitiva es la farmacopea (pharmacopoeia) de la mayor parte de las tribus primitivas. La picrotoxina, el poderoso estimulante del centro respiratorio; la estrofantina, conocido medicamento para las enfermedades cardiacas; la emetina, el alcaloide de la ipecacuna e indicado en la disentería amebiana –todos son de origen hindú.
El problema es convencer a los grandes científicos, o a las industrias, de la gran importancia practica augurando lo que podría ser el análisis a gran escala de las drogas primitivas. La enfermedad es más vieja que el hombre. La enfermedad puede preocupar mucho a una sociedad más allá de su frecuencia objetiva. La enfermedad es la principal preocupación de los indios Pit Rivers del noreste de California y después del sexo, la de los yavapei. Hay pueblos que muestran el mismo interés por la enfermedad que nosotros y pueblos “heroicos” como el iatmul, el cheyene o el Dahomey, que se preocupan relativamente poco de la enfermedad y la medicina.
Uno de los bastantes rasgos comunes de la medicina primitiva, que la hace bastante diferente de la nuestra, es  el papel social que desempeña la enfermedad y la medicina en la sociedad primitiva. Nuestra sociedad crea formas organizadas para luchar contra la enfermedad, formar médicos, prevenir epidemias, dar alojamientos sanos, etc.
La enfermedad, en muchas sociedades primitivas, es la sanción social más importante. La medicina primitiva posee un elemento moral que está casi ausente en la nuestra. “Ve en paz, paga tus deudas, abstente de adulterio y así te protegerás a ti y a tu familia de enfermedad”.
El concepto  social de enfermedad en la sociedad primitiva se refleja también en la creencia de que el castigo de la enfermedad puede afectar a cada miembro de la familia tanto como al propio pecador. Es una noción que va más allá que nuestro concepto de enfermedades hereditarias o infecciosas. De ahí que las medidas terapéuticas  -sean la confesión o la medicación- se apliquen muy a menudo no sólo al enfermo, sino a toda la familia.

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