REPORTE DE LECTURA
El capítulo se desarrolla en
dos partes. En la primera se recogen las versiones sobre el tema, procedentes
de los padres de los niños internados, pacientes con diferentes tipos
enfermedades, de entrevistas informales con mara’akate y comentarios
circunstanciales. En la segunda parte, se presenta la narrativa de un lego que
muestra la enfermedad como parte relevante para su experiencia de vida.
Dado que en la biomedicina
se busca una correspondencia entre el lugar y tipo de lesión con el nombre de
la enfermedad, una de las maneras para entrar a la clasificación local de las
enfermedades es a través de los nombres que se utilizan para ellas. Un médico
que dio su servicio en la sierra, en su recopilación de las enfermedades
manejadas por los mara’akate en la región de San Andrés, menciona seis nombres
diferentes para enfermedades que el autor clasifica como nutricionales. Según este
médico, el nombre de la enfermedad se asigna por la semejanza del signo por un objeto
conocido. Este modo de nombrar a la enfermedad no concuerda con lo que podríamos
llamar la personalidad o comportamiento del objeto que da el nombre a la
enfermedad con el comportamiento o apariencia del enfermo.
La visión, es entonces una
herramienta básica que permite definir qué es lo que está causando la
enfermedad; pero no solo es eso, ella puede ser usada para causar tanto el bien
como el mal.
Entre los regalos que se
entrega a los mara’akate para que actúen entre los huicholes, esta en primer
lugar el conocimiento revelado. Como puede verse, el regalo otorgado requiere
una capacidad del que recibe: la memoria. Pero no siempre el actor puede
centrar su voluntad para regalar otras actividades, para priorizar el
aprendizaje.
Todos los mara’akate son “cantadores”.
Es decir, transmisores del conocimiento recibidos por la historia mitica de los
huicholes. Son cantadores porque la historia se canta, en fragmentos que
corresponden a una ceremonia. El grado de conocimientos sobre esa historia marca
una diferencia entre los mara’akate.
Como hemos visto el mara’akame
puede hacer ambas cosas, curar o dañar, del mismo modo que los kakau’yarixi
premian o castigan. Por la alusión a estos poderes la medicina local ha sido
llamada “magia” o “brujería”, lo que alude a una convención de que la primera
es benigna y la segunda busca el mal; connotación que a veces lleva a la clasificación
entre “curanderos” y “brujos”.
Calificación 10. Excelente reporte
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