lunes, 2 de febrero de 2015

Comer Y Dar De Comer A Los Dioses "Conocimiento De Los Mara'akate"

REPORTE DE LECTURA



El capítulo se desarrolla en dos partes. En la primera se recogen las versiones sobre el tema, procedentes de los padres de los niños internados, pacientes con diferentes tipos enfermedades, de entrevistas informales con mara’akate y comentarios circunstanciales. En la segunda parte, se presenta la narrativa de un lego que muestra la enfermedad como parte relevante para su experiencia de vida.
Dado que en la biomedicina se busca una correspondencia entre el lugar y tipo de lesión con el nombre de la enfermedad, una de las maneras para entrar a la clasificación local de las enfermedades es a través de los nombres que se utilizan para ellas. Un médico que dio su servicio en la sierra, en su recopilación de las enfermedades manejadas por los mara’akate en la región de San Andrés, menciona seis nombres diferentes para enfermedades que el autor clasifica como nutricionales. Según este médico, el nombre de la enfermedad se asigna por  la semejanza del signo por un objeto conocido. Este modo de nombrar a la enfermedad no concuerda con lo que podríamos llamar la personalidad o comportamiento del objeto que da el nombre a la enfermedad con el comportamiento o apariencia del enfermo.
La visión, es entonces una herramienta básica que permite definir qué es lo que está causando la enfermedad; pero no solo es eso, ella puede ser usada para causar tanto el bien como el mal.
Entre los regalos que se entrega a los mara’akate para que actúen entre los huicholes, esta en primer lugar el conocimiento revelado. Como puede verse, el regalo otorgado requiere una capacidad del que recibe: la memoria. Pero no siempre el actor puede centrar su voluntad para regalar otras actividades, para priorizar el aprendizaje.
Todos los mara’akate son “cantadores”. Es decir, transmisores del conocimiento recibidos por la historia mitica de los huicholes. Son cantadores porque la historia se canta, en fragmentos que corresponden a una ceremonia. El grado de conocimientos sobre esa historia marca una diferencia entre los mara’akate.

Como hemos visto el mara’akame puede hacer ambas cosas, curar o dañar, del mismo modo que los kakau’yarixi premian o castigan. Por la alusión a estos poderes la medicina local ha sido llamada “magia” o “brujería”, lo que alude a una convención de que la primera es benigna y la segunda busca el mal; connotación que a veces lleva a la clasificación entre “curanderos” y “brujos”.

FAJARDO SANTANA, COMER Y DAR DE COMER A LOS DIOSES, TERAPEUTICAS EN ENCUENTRO; CONOCIMIENTO, PROYECTOS Y NUTRICION, EN LA SIERRA HUICHOLA, EDITORIAL PANDORA, 2007, LAGOS DE MORELOS, JALISCO, MEXICO, P.P 139-180

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